Una de verano

No he actualizado mucho en todo en este tiempo, y no por falta de ganas ni de cosas que contar. Sino porque supongo que no era ni el momento ni el lugar. Hay mucha gente que prefiriría que no se enterara de ciertas cosas, lo cual es una tontería, porque acabarán haciendolo. Pero volvemos a lo mismo: no es el momento ni el lugar.

El lunes, tras mi última sesión con Ángeles salí disparada a ver a Adri para poder contarnos nuestras cosas, un millón y medio de problemas, preocupaciones y (cotilleos, más por mi parte que por la suya) que teniamos que soltarnos. Tarde genial regada con tinto de verano y una ligera borrachera.

Como siempre, Adri me ayudó a aclarar las pajas mentales que tenía en la cabeza, ahora mismo, en forma de gente con ojos bonitos. Tengo que hacerle caso, tiene toda la razón del mundo. Hay que elegir lo que más conviene. Y ya sé que conviene más. Y por suerte, también es lo que más me gusta. 

Ya iré contando más cosas a medida que mi paja mental se vaya solucionando poco a poco.

Otro tema que me ha tenido de bastante mala ostia han sido las fotos. Si, las fotos. Supongo que no es lo mismo verme en una foto a día de hoy que en una foto de hace un año.Y me jode, me jode terriblemente. Estas comparaciones no me sientan bien...y menos cuando son tan jodidamente evidentes...no estoy a gusto. Es la mierda de siempre.

Bueno, ya seguiré, cuando tenga un poco más de ganas