Vengo del preestreno de PAN AM en
Fuencarral. La verdad es que me ha gustado bastante. Me encanta la frase del
chico que lo ha presentado: “Son chicas que tienen la oportunidad de volar…en
todos los sentidos. Y lo hacen”. Ése me gustaría que fuera a partir de ahora el
lema de mi vida.
Hoy he ido a comprar al Ahorramás
(si ahora estuviera aquí Carmen nos haría una bonita promoción de todos sus
productos. Es lo que tiene haber sido cajera de ahí XD). Me he ido desde mi
casa con el típico carro de maruja de barrio. Al pasar por delante del
escaparate del supermercado me he mirado un momento. Realmente tenía una pinta
espantosa con un chándal desgastado, la chaqueta tres veces más grande que yo,
el carro de maruja y la cara sin pintar. Por un momento me he visto dentro de
30 años, y me he preguntado si eso se convertiría en mi rutina diaria: Ir en
chándal al mercado cargando con el carrito de la compra. Y he decidido que no,
que yo quiero hacer más cosas. No quiero hacer la compra.
También me he acordado de la
canción de Sabina, la de “Y morirme contigo”, la parte que dice: “Y que vuelvas
del mercado con ganas de llorar”…No sé, ha sido curioso.
Básicamente eso, mañana de tareas
domésticas. Supongo que todo eso me ha ayudado mejor a disfrazarme de
periodista para ir al preestreno de la serie, con camisa, zapatos y americana. Querría luchar contra la imagen
de maruja de barrio. Pero qué rara me he visto. El rollo ejecutiva agresiva me
pega aún menos que el chándal. Sinceramente, espero llegar a ser una buena
periodista y no tener que llevar americana para que la gente me tome en serio. Ese
es el futuro que yo quiero. Ir a una redacción en chándal y que aún así todos
digan: Tú lo vales, nena.
Últimamente me llamo a mí misma “nena”,
supongo que me lo ha pegado mi padre de tanto usarlo. Él es único hombre en el
mundo que consigue que la palabra “nena” me suene como algo bonito. Será por
eso por lo que lo he empezado a usar.
En fin, al volver a casa mi madre
me ha dicho que tenían mis nuevos análisis. Sigo con un poco de anemia. Pero
por el amor de Dios, me empachan a comida y vitaminas y aún así tengo peores
análisis que hace cuatro meses ¿cómo coño es posible? Bah, mierda de medicina,
siento que me vacilan.
Poco más. Debo de aburrirme
mucho, porque esta es la segunda entrada que escribo hoy. Y sin más dilación me
voy a la cama. A medida que se ha acercado el fin de semana se me han ido las
ganas de fiesta. En serio, empiezo a preocuparme, tengo menos marcha que mi
abuela.
Ale, un beso. Dejo una foto de la
serie que he visto hoy.
Mañana te metes un chute de "libertinaje socialmente bien visto".
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